El pasado lunes David Azpurgua del Departamento de Producto impartió una ponencia a los alumnos del último año de Bellas Artes de la UPV (Universidad del País Vasco) dentro del curso-taller: “Desde la escultura y el diseño hacia el espacio público de la ciudad. Configuración de paisajes-parajes urbanos-humanos”. En ella, se hizo un recorrido por numerosos objetos o piezas que se desenvuelven por igual entre el arte y el diseño; según como empleemos la creatividad, ya se oriente mayormente hacia su función práctica, o a su faceta estética. Un límite difuso cuando muchos de ellos son expuestos en museos, pero también pueden ser adquiridos en tiendas y ferias; algo que favorece la desestabilización del concepto occidental del arte, enfatizando el valor simbólico frente al histórico.
Por otro lado, el arte y el diseño generan sus propias mitologías, producen objetos inéditos donde la belleza de la utilidad o su poética interna atrapan nuestros sentidos y crean iconos memorables; incluso insólitos y siniestros, cuando lo familiar se vuelve extraño.
Balance son unos pendientes desarrollados en la Esdir para reducir los vértigos originados por la ansiedad, favoreciendo una conciencia mayor entre ambos hemisferios al equilibrar pensamientos y emociones.
